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Razones de la Conquista de México

Durante los primeros años del siglo XVI la exploración y colonialización se centraban en el Caribe. Desde las islas caribeñas, o las Indias, se hacían viajes por la costa de la actual Venezuela (al sur), Centroamérica (al oeste) y hasta la Florida (hacia el norte). Así pues, se puede considerar al Caribe como el primer centro europeo del nuevo mundo a pesar del hecho de que la gran mayoría de imigrantes no fueron españoles sino africanos como esclavos. Además de lo que son hoy en día la República Dominicana y Puerto Rico, Cuba fue
otro centro importante de la colonialización española. De esta isla partió Hernán Cortés en 1519 en búsqueda de una tierra legendaria llena de riquezas y cosas extraordinarias. Otros españoles anteriores a Cortés, como Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva, ya habían explorado la península de Yucatán donde se habían enterrado de las leyendas y fama de un gran imperio indio que quedaba para el interior de la tierra firme. Antes de que pudiera partir, Cortés fue relevado de su mando por el gobernador de Cuba, Diego Velázquez; no obstante el rebelde Cortés partió de Cuba con 508 soldados, 14 mujeres, 11 barcos y 16 caballos.

Después de navegar por la península de Yucatán y lo que es actualmente la isla de Cozumel, los españoles desembarcaron en tierra de los tabascos, los cuales le regalaron a Cortés veinte mujeres entre las cuales se encontraba la famosa doña Marina o la Malinche, mujer que llegaría a ser la amante e intérprete de Cortés. Como se comentará más adelante, este último hecho fue de suma importancia dado que la conquista fue facilitada, o mejor dicho aun posible, sólo por el conocimiento de que la Malinche tenía del nahuatl. Había otras razones importantísimas también que contribuyeron a la derrota de los aztecas:

1. Las armas: Los españoles tenían disponsibles espadas, arquebustos, flechas y trajes de hierro. Sin embargo, es fácil dar demasiada importancia al hecho de que los españoles tenían mejores armas. Los aztecas se conocían como guerreros feroces y de igual modo tenían disponibles armas eficaces como lanzas y garrotes de madera. En cierto modo se puede decir que la cultura azteca fue una de guerra. Los soldados aztecas, distinguidos como las sectas de las águilas y los jaguares, gozaban de un prestigio y lugar alto en su sociedad jerárquica.

2. El caballo: Los cañones y arquebuces utilizados por los españoles pocas veces les sirvieron por fallar o por faltas de apuntería, o aun por el ambiente en que se utilizaban. No obstante, sí se puede señalar el uso de los caballos como uno de los factores estratégicos que facilitó la conquista. El caballo no era conocido en las Américas antes de llegar los españoles. Así, al ver los caballos por primera vez, los indios creyeron (al principio) que los españoles eran una forma de medio-hombre, medio bestia-equivalente para nosotros en cierto modo al centauro en la mitología griega. Este temor de lo desconocido y extraño indudablemente les ayudó muchísimo a los españoles en vencer a los aztecas.

3. La leyenda de Quetzalcoátl: Además de este miedo al caballo/hombre, hay que señalar también el temor de los aztecas de la posible vuelta del dios Quetzalcoatl. Previamente se ha comentado el dios tolteca Quetzalcoátl, el cual había prometido volver en el año ce actl. De piel blanco y con barba, Quetzalcoátl según la leyenda había huido hacia el este, marcando los árboles en señal de cruz. No es por sorprender la actitud
asombrosa de los aztecas. El año 1519-el año de la llegada de Cortés-coincidió justamente con el año ce actl (año que se repetía cada 52 años en el calendario azteca). Además, los españoles vinieron del este (de donde se había refugiado Quetzalcoátl), llevando en su pecho de traje de hierro la cruz de semejante diseño a la cual el dios tolteca había marcado en los árboles en su huida. Se asemejaban los españoles también al Quetzalcoátl en cuanto a su piel blanco y la cara con barba. Por estas y otras razones, la coincidencia fue
suficiente para justificar un temor racional por parte de los aztecas de que el momento de la vuelta de Quetzalcoátl había llegado. Como se puede saber, fue por este temor que los aztecas no quisieron o mejor dicho no pudieron entrar en batalla con los españoles al principio.

El temor se justifica en el hecho de que los aztecas al pasar por Tula habían conquistado y destruido la capital tolteca. Como se ha comentado antes, la aniquilación de los códices toltecas fue un intento de erradicar su memoria, y ahora los aztecas temieron que el dios tolteca hubiera vuelto para vengarse de
los aztecas. Así, si apreciamos la fuerza del temor de la venganza sobrenatural al mismo tiempo que ocurrieron las coincidencias asociadas con la llegada de los españoles (y su apariencia en caballo con armas desconocidas), se puede entender fácilmente como los aztecas se dejaban convencer de que estuvieran ante un momento apocalípitico en que dos mundos (el sobrenatural y el suyo) estaban por chocarse. Irónicamente, los españoles de la época vieron el conflicto de igual modo, o sea un choque entre «dos mundos» también, pero para éstos la metáfora pronto se convertiría en el encuentro con un mundo «nuevo»-es decir, un nuevo entendimiento del conocimiento previo del mundo entero.

4. Facciones políticas: Hasta el momento los factores que se han señalado como causas de la derrota azteca quizá puedan parecer algo supersticioso, sobrenatural, o aun incluso irracional según nuestro punto de vista occidental y contemporáneo. Sin embargo había otras razones más tangibles y concretos. Específicamente se puede señalar los motivos políticos de otras tribus que vivieron bajo el dominio azteca. Es de suma importancia recordar que los españoles gozaban de la ayuda de otras tribus rivales de los aztecas. Sin la ayuda de éstas como acómplices en las batallas, se duda que los españoles pudieran haber conquistado con tanta facilidad a los aztecas.

Para entender el desdén que las demás tribus tenían para los aztecas vale recordar que desde la llegada de los aztecas al valle de Anahuac en el siglo XIV, se habían servido como mercenarios profesionales. Su talento para la guerra y combate les ayudó a llegar a ser los guerreros más temidos y, por fin, los más poderosos de Mesoamérica. Más importante, así llegaron a establecer un imperio vasto cuyo territorio abarcaba desde lo que hoy es el norte de México hasta Centroamérica. Así, por todo su imperio vencieron a sus rivales y luego se les exigieron tributo.

5. Las enfermedades: Aunque se puede atribuir la conquista de los aztecas a estas razones políticas y supersticiosas, el encuentro de los indígenas con enfermedades europeas se destaca como la razón principal para la derrota culminante de Mesoamérica y el Caribe. Por no ser europeos les hacían falta a los indígenas los anticuerpos necesarios para combatir enferemedades comunes, especialmente la viruela y el sarampión. En ciertos casos aldeas enteras se contagiaban sin darse cara a cara con un español; es decir, se infectaban con los gérmenes y viruses europeos que se dilataban por el aire. Sin duda, al fin y al cabo las enfermedades europeas y la incapacidad fisiológica de combatir éstas resultó como el arma más fatal para los indígenas.